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Un joven circula con un patinete bajo la lluvia en Málaga. / salvador salas. archivo
Sobre la bocina, justo cuando la Junta tiene previsto decidir mañana, viernes, si extiende al litoral occidental la emergencia decretada en la Axarquía y que Málaga capital suba a situación de alerta, el cielo parece querer dar una tregua a la sequía.
El mismo viernes, el paso de una vaguada con un frente asociado activo dejará precipitaciones moderadas, según explica el director del Centro Meteorológico de Aemet, Jesús Riesco. Las lluvias barrerán de oeste a este a lo largo y ancho de todo el territorio provincial, con descargas medias previstas de unos 15 litros por metro cuadrado en una hora y hasta 20 en algunos puntos. En lo que toca a la provincia, afectará sobre todo por la tarde, empezará entre las 15.00 y las 16.00 por la zona más occidental y luego se irá moviendo hacia la capital y la Axarquía. Sobre las 21.00 a 22.00 horas de la noche habrá pasado ya la provincia de Málaga en dirección a Granada y Almería.
El sábado será un día de transición, sin riesgo de lluvias, el momento perfecto para tender la ropa y salir con los niños a disfrutar al aire libre, algo que será complicado si se cumplen los pronósticos la semana que viene.
Ya el domingo afectará otro fenómeno distinto al del viernes. Primero, una vaguada se irá descolgando y afectará de nuevo con precipitaciones. Pero el lunes se cerrará una Baja Fría Aislada (BFA), un fenómeno en cierto modo parecido a una Dana, que actúa como una depresión aislada en altura pero que se refleja también como una borrasca en la superficie, en su entorno geográfico, según explica el director de Aemet.
Este fenómeno se dejará notar en todo el litoral andaluz entre el domingo y el miércoles o incluso el jueves, puesto que estará situada por el suroeste de la península y luego al sur, aunque Riesco admite que es un movimiento difícil de prever, y según donde se sitúe afectará más o menos a Málaga.
Como consecuencia, pueden producirse precipitaciones localmente intensas, con acumulados diarios bastante significativos, que en Andalucía en el conjunto del episodio pueden llegar a sumar de 50 a 100 litros por metro cuadrado en algunos puntos, aunque las mayores descargas podrían caer en Málaga, en Granada o en Almería, sin que sea posible anticipar dónde lloverá con mayor intensidad.
Además, el director de Aemet advierte de que los aguaceros se concentrarán en pocas horas, lo que puede llegar a provocar inundaciones locales, por la concentración de una alta intensidad en puntos concretos. Por el tipo de fenómeno del que se trata, su evolución puede cambiar mucho en pocas horas, y afectar más a una provincia u otra, pero el meteorólogo advierte de que hay una alta probabilidad de que alguna de ellas se vea afectada.
Sobre el volumen que se espera recoger, considera que no servirá para solucionar la sequía, «pero si enganchamos tres o cuatro situaciones como esta a lo largo de la primavera se puede paliar; esta de ahora va a servir para reducir algo el problema, pero no lo soluciona».
Las lluvias llegarán justo sobre la bocina, cuando precisamente este viernes la Junta tiene previsto que la declaración de emergencia por sequía que desde hace meses pesa sobre la Axarquía se extenderá a la Costa del Sol occidental. Mientras, en Málaga capital, donde la falta de agua es menos grave, la situación pasará de prealerta a alerta. A la espera de que los pertinentes informes lo corroboren, ése es el planteamiento que hay sobre la mesa de la Comisión para la Gestión de la Sequía de los tres sistemas de la provincia (Concepción, Guadalhorce-Limonero y Viñuela) convocada para mañana.
Una reunión en la que también se abordará la posibilidad de aplicar una nueva reducción de la dotación de recursos hídricos a las comunidades de regantes de la Axarquía, que ya se vieron recortadas en octubre del año pasado en un 33%. De confirmarse, supondría que a cada una de las más de seis mil hectáreas de cultivos (fundamentalmente de mangos y aguacates) le corresponderían 1.500 metros cúbicos de agua en vez de las 2.000 concedidas hasta ahora. Para hacerse una idea del impacto, el plan de regadíos de la zona contempla 6.000 en condiciones normales.