Itumeleng Lokomamyane tiene de esas historias que nos hacen pensar que no está todo perdido en la vida. Este hombre sudafricano, de 27 años, vio en medio de su desgracia económica una oportunidad que le permite a día de hoy tener un mejor pasar junto a su hija, gracias a su negocio de sándwiches.
De no tener nada a empezar a tenerlo. Seis meses bastaron para que Lokomamyane pudiera salir de su crisis de la mano de sus últimos R800 (50 euros) que guardaba en su bolsillo, todo esto, a modo de un plan de urgencia y de riesgo para salir a flote junto a su pequeña que en ese entonces tenía 2 años de edad (actualmente tiene 5 años).
Este visionario hombre se arriesgó con sus últimos 50 euros. Para llegar a este punto, Lekomamyane se vio en una situación complicada ya que su negocio anterior de ropa y bordado se fue a la ruina. Ante ello, y como señala en medios sudafricanos tenía la opción de "gastar" toda esa cantidad de dinero en el mantenimiento de la menor o apostar a un emprendimiento que le pudiera dar más frutos. Optó por lo segundo y no se equivocó.
Sin embargo, el inicio no fue fácil. "Cuando empezamos, la seguridad privada nos confiscó los bocadillos y tuvimos que pagar R700 (40 euros) para empezar a alquilar un local en la parada de taxis", reflexionó el empresario en una publicación de Briefly. Lokomamyane también señaló que la policía metropolitana tiende a dificultar su trabajo, ya que le piden que mueva su puesto con frecuencia.
Para darle vida a su emprendimiento, el joven empresario empezó comprando ingredientes a granel, excepto el pan, ya que debe comprarse diariamente para preparar sándwiches.
De esta forma fundó en agosto de 2019 Sandwich Nton Ntons. Una empresa que actualmente le genera más de 20.000R (más de 1.000 euros) con sus cuatro ubicaciones en el área central de negocios de Johannesburgo.
En una entrevista a Business Insider Sudáfrica explicó que todos los sándwiches están hechos a mano en la cocina de su casa de Newtown. Lekomamyane calculó que obtiene entre un 80 y un 100 % de ganancias en todos los sándwiches vendidos.
El emprendedor eligió específicamente vender sándwiches porque no estaban disponibles en las calles y solo se vendían en cafeterías de lujo. "El mercado estaba desatendido", argumentó.
Lekomamyane agregó en la entrevista que su gran sueño es iniciar una cadena de tiendas en Sudáfrica y camiones de comida que se puedan colocar en eventos donde la gente pueda comprar su comida.