Cuando el sol y el viento secan la ropa, no cuesta nada. Cuando en cambio usamos el secador se gasta bastante electricidad, cuyo precio está aumentando. Los expertos calculan que se ahorran hasta 150 euros al año en un hogar de cuatro personas si se seca al menos la mitad de la ropa al aire libre. Quien tenga lugar, puede adquirir un tendedero plegable. Incluso en modelos pequeños con un soga de 40 metros de largo pueden colgarse hasta cuatro cargas de lavarropas. Los tendederos más grandes tienen cuerdas de hasta 60 metros de largo, por lo que se pueden colgar hasta seis cargas a la vez. El soporte del tendedero deberá estar fijado al suelo. Hay modelos con un soporte para enroscar, que se instala rápidamente. Pero, según los expertos, son mucho más estables los que son para empotrar. El experto Andreas Hüsam lo recomienda fervientemente, porque "la mayoría de las personas no pensarán cuando llega mal tiempo en desmontar el tendedero". Una buena opción son los tendederos giratorios con techo, que protegen la ropa tanto de la lluvia como de los rayos del sol. En las dos variantes hay modelos que al plegarlos repliegan las cuerdas para evitar que las afecte la lluvia o la suciedad. Esto es útil para las familias. El hecho de que se recojan las cuerdas reduce el peligro para niños pequeños, que juegan con las cuerdas, se enredan y pueden estrangularse. Pero secar la ropa al aire libre no solo tiene ventajas. A largo plazo el color de la ropa puede verse alterado por los rayos UV del sol. Por eso, se recomienda secar las prendas coloridas u oscuras en la sombra o al menos a media sombra. En algunos casos, secar la ropa al sol puede ayudar incluso en la limpieza de las prendas. Hay un estudio científico de la Universidad Rhein-Waal según el cual los rayos UV del sol tienen la capacidad de reducir la cantidad de bacterias o hongos de la superficie de las prendas de manera natural. Hay otra ventaja en secar la ropa al aire libre: los restos de manchas por ejemplo de fruta o verdura que no se fueron con el lavado en la máquina pueden blanquearse con los rayos del sol e incluso desaparecer. dpa
Cuando el sol y el viento secan la ropa, no cuesta nada. Cuando en cambio usamos el secador se gasta bastante electricidad, cuyo precio está aumentando. Los expertos calculan que se ahorran hasta 150 euros al año en un hogar de cuatro personas si se seca al menos la mitad de la ropa al aire libre.
Quien tenga lugar, puede adquirir un tendedero plegable. Incluso en modelos pequeños con un soga de 40 metros de largo pueden colgarse hasta cuatro cargas de lavarropas. Los tendederos más grandes tienen cuerdas de hasta 60 metros de largo, por lo que se pueden colgar hasta seis cargas a la vez.
El soporte del tendedero deberá estar fijado al suelo. Hay modelos con un soporte para enroscar, que se instala rápidamente. Pero, según los expertos, son mucho más estables los que son para empotrar. El experto Andreas Hüsam lo recomienda fervientemente, porque "la mayoría de las personas no pensarán cuando llega mal tiempo en desmontar el tendedero".
Una buena opción son los tendederos giratorios con techo, que protegen la ropa tanto de la lluvia como de los rayos del sol.
En las dos variantes hay modelos que al plegarlos repliegan las cuerdas para evitar que las afecte la lluvia o la suciedad. Esto es útil para las familias. El hecho de que se recojan las cuerdas reduce el peligro para niños pequeños, que juegan con las cuerdas, se enredan y pueden estrangularse.
Pero secar la ropa al aire libre no solo tiene ventajas. A largo plazo el color de la ropa puede verse alterado por los rayos UV del sol. Por eso, se recomienda secar las prendas coloridas u oscuras en la sombra o al menos a media sombra.
En algunos casos, secar la ropa al sol puede ayudar incluso en la limpieza de las prendas. Hay un estudio científico de la Universidad Rhein-Waal según el cual los rayos UV del sol tienen la capacidad de reducir la cantidad de bacterias o hongos de la superficie de las prendas de manera natural.
Hay otra ventaja en secar la ropa al aire libre: los restos de manchas por ejemplo de fruta o verdura que no se fueron con el lavado en la máquina pueden blanquearse con los rayos del sol e incluso desaparecer.